Entrada 5. La inmigración

                                            LA INMIGRACIÓN

Francia es un país receptor de inmigrantes. De hecho es uno de los que más gente acoge. Es el sexto país que más inmigrantes recoge por detrás de Estados Unidos, Rusia, Alemania, Arabia Saudí y Canadá. Alrededor de unos 7 millones de personas en Francia son inmigrantes, o el 11,1% de su población y 5,1 millones de personas nacieron fuera de la Unión Europea. Francia cuenta proporcionalmente con más personas «inmigrantes», es decir, los propios inmigrantes o aquellos cuyos al menos un padre es un inmigrante, entre personas de 25 a 54 años. En este aspecto Francia supera a Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Alemania y España, pero esta detrás de Luxemburgo, Suiza y Letonia.
Hay tres tipos de inmigrantes. A los inmigrantes temporales que solo van por poco tiempo para trabajar se les llama trabajadores extranjeros. A las personas que van para quedarse por un largo tiempo a un país se les llama solamente inmigrante. El último grupo son los llamados inmigrantes ilegales. En Francia se da los tres tipos.
Las organizaciones más conocidas para las transferencias de fondos para inmigrantes en Francia son conocidas como OSIM, organisations de solidarité internationale issues des immigrations  (organizaciones de solidaridad internacional derivadas de la inmigración) y su actividad a favor del desarrollo a sido reconocida por el Estado y la sociedad civil y definida como codesarrollo. En el año 2000, Philippe Barret, delegado interministerial del Codesarrollo y Migraciones Internacionales, explicó así la política del codesarrollo: la política francesa sobre inmigración se había fundado en dos principios; en los países del Sur, la huida del subdesarrollo y la miseria, y en Francia, la obtención de mano de obra.